MOLDEO POR INYECCIÓN
Esta etapa implica convertir las especificaciones del cliente o los requisitos del producto en un diseño funcional del molde.
Se evalúan las características de la pieza final (forma, tamaño, tolerancias, textura, puntos de unión). Se realiza un análisis de manufacturabilidad (DFM, por sus siglas en inglés) para identificar posibles problemas de producción.
Herramientas como SolidWorks, Siemens NX o AutoCAD se utilizan para crear planos tridimensionales del molde. Se incluyen detalles como cavidades, líneas de partición, canales de enfriamiento, sistema de colada y puntos de expulsión.
Software como Moldflow o Moldex3D permite simular el flujo del plástico fundido dentro del molde.
Esto ayuda a prever problemas como llenado incompleto, marcas de hundimiento, rebabas o puntos de tensión.
Los materiales para el molde dependen de factores como la durabilidad requerida, el tipo de plástico a inyectar y el volumen de producción esperado.
Ideal para moldes de alta durabilidad y producciones a gran escala.
Más económico, adecuado para producciones medianas.
Ligero y fácil de mecanizar, ideal para prototipos o producciones pequeñas.
Se emplean tecnologías de alta precisión, como fresadoras CNC, máquinas de electroerosión por hilo (EDM) y torneado.
• Placas base.
• Cavidades y núcleos.
• Sistemas de colada.
• Canales de enfriamiento.
Las piezas maquinadas se ensamblan cuidadosamente para garantizar un ajuste perfecto. Se verifica que las cavidades y núcleos coincidan con las tolerancias requeridas.
Se realizan inyecciones de prueba para verificar el funcionamiento del molde y la calidad de las piezas. Si se detectan problemas (como rebabas, llenado incompleto o deformaciones), el molde se ajusta o modifica.